Hay vida fuera de Lavapiés y Malasaña, una vida que huele a pulled pork y flat white, pero también a ensaladilla y quinto de cerveza. Dot Café Bar es un punto y aparte en el barrio de Arganzuela, un sueño si tienes la suerte de que sea tu bar de abajo.
Dot Café Bar: el nuevo bar de abajo
Dot son María y Ros. Él es diseñador, especializado en lámparas, y ella hizo volar el Café Cometa de Barcelona. Un viaje por California y los desiertos del oeste de Estados Unidos fue su inspiración para la decoración del local.
Porque Dot es bonito, sí, pero también tiene alma de bar de esquina, ese en el que uno se pasa la vida. Puedes parar a desayunar un café de Nomad Coffee entre semana o un brunch a medida el finde. Quedarte para el vermut con gilda o ensaladilla o llegar a esa hora tonta en la que ya no toca bizcocho y dejarte seducir por su carta de sándwiches.
Sándwich mixto y más
En Barcelona es bikini, en Madrid sándwich mixto. La receta es muy sencilla pero es difícil hacerlo mejor que en Dot. El cuchillo que lo corona es como el bisturí de Dexter, un simple corte sirve para deleitarte con el fluir del queso. Además, han ampliado la carta y quizá te enganche el de queso vegano con chutney de mango (o higos). Lo siguiente serán las cervezas artesanas y el vino natural.
Todo el mundo sabe que los jueves son el mejor día de la semana, por la promesa del finde que se acerca y porque hay pulled pork, esa carne mechada (de la buena) que se deshace en la boca con su pan de brioche blandito. Aquí lo sirven con salsa Hoisin y lombarda. Para peregrinar con los compañeros de trabajo o alimentarte con otro arte después de una expo en Matadero.
Los findes el rollo es más familiar; los niños toman las mesas y devoran los bizcochos de Reposted. Qué envidia de esos morros pintados de pistacho y frosting de violetas.
Quizá lo hayas notado ya, pero Dot Café Bar nos gusta mucho. Es uno de esos sitios necesarios en esta locura de cadenas y franquicias que llegan ya hasta la puerta de casa. Ojalá más gente como ellos preocupada por reivindicar el buen bar.